Cuando jugamos videojuegos nos encontramos con una realidad distinta a esta en la que morir es cosa de una sola vez y para siempre. En esta otra realidad, si cometemos un error podemos morirnos, pueden matarnos o podemos decidir reiniciar por nosotros mismos, y siempre volveremos a comenzar una vida nueva desde cero.
Las células tienen un proceso similar a este:
Cada una es creada y se deja funcionando correctamente en su sitio, se revisa constantemente en busca de errores, los cuales se corrigen. Cuando los errores no se pueden corregir se induce la muerte celular, que es como reiniciar el juego. Esta muerte celular se llama apoptosis, y se da porque la célula detecta que su existencia es innecesaria y produce enzimas que hacen que la cromatina se condense y colapse convirtiéndola en “burbujas “, las cuales se desprenden para ser recicladas por el organismo mientras dejan un espacio abierto para células nuevas. Cuando una célula no puede pasar por este proceso, tenemos como resultado una célula zombie, es decir, ya no cumple ninguna función, pero sigue existiendo y jalando energía. A eso es a lo que llamamos cáncer. Estas células son capaces de hacer que el cuerpo les tienda vasos sanguíneos para alimentarse, por lo que jalan recursos que podrían ser utilizados en otras actividades. El cáncer en realidad no es una enfermedad, sino un conjunto de enfermedades que comparten características, y la diferencia radica en la ubicación de las células afectadas.
Pero ¿de dónde vienen estas células y por qué se forman? Pues la respuesta en realidad no es del todo clara, conocemos cómo funciona, y se asocia a factores contaminantes que pueden provenir del aire, el agua, la dieta o las exposiciones presenciales, los cuales causan que los genes supresores de tumores no se expresen, dando como resultado que las células sean incapaces morir según su propia naturaleza.
Ahora bien, todos hemos escuchado sobre tumores malignos y benignos, y en realidad la diferencia es radical, y tiene que ver con la funcionalidad de las células en cuestón. En los tumores las células todavía cumplen su función, a pesar de tener una alteración en su mecanismo de desarrollo, o sea que no pueden dejar de crecer, pero siguen haciendo lo que tienen que hacer, lo que los convierte en “tumores benignos”, o sea, la deformidad de una célula que aún funciona.
Todo en el cuerpo se trata de economización de espacio, cada cosa está en determinado sitio por una razón, y no debe ocupar un espacio que no sea el suyo, y cuando algo se sale de el espacio que le fue designado es cuando podemos decir que hay miomas, quistes o tumoraciones, o sea, alteraciones o deformidades de las células. Entre estos cuatro hay ligeras diferencias, en realidad, y casi siempre tiene que ver con el tejido en el que se encuentran, su estructura o forma, por ejemplo, los miomas son tumoraciones, mientras que los quistes son pequeños sacos llenos de líquido, sin embargo el principio es el mismo: células deformes.
Así, pues, entendemos que la inmortalidad no es natural. Los seres humanos llevamos milenios buscándola y fantaseando con ella y con prolongar la vida, y pareciera que lo estamos logrando, pero ¿a qué costo? Y es que lo que se extiende es el tiempo, no la calidad, y eso es más o menos como ser una célula cancerosa: ya no sirve para nada, pero se niega a morir.
1. Come mucha carne roja y pescado.
2. Evita comer una gran variedad de alimentos, trata de apegarte a máximo 10 ingredientes.
3. Come sólo cosas frescas.
4. Si vas a comer cosas empaquetadas lee todas las etiquetas y evita:
La carragenina, la carboximetilcelulosa, los saboizantes y colorantes artificiales, el hexametafosfato y cualquier cosa que no puedas pronunciar o leer con facilidad.
5. Respira muy profundamente por las mañanas y haz ejercicio que te requiera poco esfuerzo, pero que te obligue a respirar, de preferencia en un lugar abierto, esto ayudará a prover a tus células de oxígeno para combatir la metilación.
6. Bebe mucha agua.
7. Pero lo más importante:
NO CONSUMAS REMEDIOS que vengan de plantas. Los remedios son enemigos de tu salud, porque mientras arreglas una cosa descompones otra, por lo que “tómate este tesito como agua de uso” o “come tal cosa todos los días a las 12” no va a ser efectivo a largo plazo. Hay cosas que funcionan, es cierto, y te contamos algunas de ellas a continuación, pero todos aquellos remedios que resuelven las cosas de forma química tienden a convertirse en un problema tiempo después.